Tecnología que Revoluciona la Medicina
Un pequeño chip recorre el flujo sanguíneo de una persona para advertir de un infarto; desde Estados Unidos, un especialista asesora una cirugía en Colombia como si estuviera presente y una impresora 3D fabrica parte de la mandíbula de un paciente.
No es el futuro ni, mucho menos, una película de ciencia ficción; es el presente, y algunos de los avances médicos en los que trabajan investigadores de todo el mundo, incluso de Colombia, y que abarcan tres grandes grupos: medicamentos, dispositivos y procesos de atención como cirugías mínimamente invasivas.
El cirujano Mauricio Vélez Cadavid, miembro del Consejo Nacional de Talento Humano en Salud y experto en tecnología médica, dice que con los avances “el médico corre el riesgo de volverse operario de máquinas. El criterio u ‘ojo clínico’ ya no será suficiente, porque hay herramientas para ser más exactos y una sociedad que les exige a los médicos más y mejores resultados en tratamientos e intervenciones.
Sobre las nuevas posibilidades tecnológicas, Carlo Vinicio Caballero Uribe, internista y reumatólogo, dice que hay una convergencia muy importante entre la secuenciación del ADN, equipos médicos y teléfonos inteligentes con aplicaciones para todo tipo de necesidades, con lo cual se logra medir objetivamente lo que antes era subjetivo.
En consulta, expresa el especialista, hasta el fonendoscopio –símbolo de la medicina– tuvo un salto tecnológico: ahora los hay con ultrasonido y pantalla.
Pueden costar 9.000 dólares y la ventaja frente a los tradicionales es que, además de oír los ruidos cardiacos, es posible ver el movimiento del corazón.
Jaime Toro, médico de la Fundación Santa Fe de Bogotá, experto en avances tecnológicos en neurología, manifiesta que, aunque los avances suben los costos, la precisión justifica todo.
Estos son, en concepto de los expertos consultados, algunos de los adelantos más revolucionarios en materia de salud.
Órganos artificiales
En la actualidad existen avances en ingeniería, biomédica, robótica, electrónica y nanotecnología para crear órganos que suplen el funcionamiento del cuerpo. Hasta hace poco, por ejemplo, la única alternativa para el diabético era inyectarse insulina, pero hoy es posible usar una bomba con movimiento que va liberando la sustancia. Además, ya existe el páncreas artificial y hay pacientes utilizándolo.
Otra opción para sustituir partes del cuerpo son las técnicas de impresión 3D, que permiten obtener piezas precisas en partes de cráneo y mandíbula a la medida del paciente, sin esperar largos turnos de donaciones en bancos de huesos. Sobre esto hay modelos exitosos en Estados Unidos y Europa. Y las alternativas se amplían con la opción de los órganos cultivados en laboratorios: médicos han podido crear tráqueas sintéticas, implantes de piel, cartílagos y vasos sanguíneos artificiales.
En cuanto a piel, hay técnicas como autoinjerto mallado, cultivos de la propia piel del paciente, injertos de piel de cadáver y productos sintéticos.